Un Mundo Mejor:
Hace mucho tiempo, una niña llamada Penny, tuvo la mala suerte de nacer en un barrio pobre, que para más mala suerte estaba situado en paralelo con un barrio alto, es decir, de ricos. Penny tenía una rutina normal,iba al colegio con sus amigos, comía su trozo de pan y su vaso de leche, iba a recoger agua para la ducha y dormía tranquilamente por las noches.
Pero en su rutina había secuelas, es decir, siempre que volvía del colegio o iba al pozo municipal a por agua, veía algún conflicto, porque los niños ricos eran muy puñeteros y siempre andaban insultando e incluso pegando a todo el que pasaba por la calle, y lo mejor de todo era que sus padres no les decían nada. Por ejemplo, hoy Penny había visto a un grupo de niños pegando a un señor que les había pedido limosna unos segundos antes. Penny sintió mucha rabia, se acercó hacia allí, pero al intentar proteger al señor, los niños le pegaron un puñetazo. Ella acto seguido se fue corriendo, oyendo sus burlas de fondo.
Penny llevaba días intentando cambiar el mundo, pero nada correspondía sus plegarias hasta que una noche vio una estrella fugaz. Lo más rápido que pudo deseó, encogiendo sus manos contra el pecho, deseó que la pobreza no estuviera tan mal vista, que la gente ayudara un poco más. La estrella brilló un poquito más, a lo lejos, antes de esfumarse para siempre.
Al día siguiente, Penny notó que algo había cambiado en la calle. Ya no había mendigos, el barrio rico eran tiendas y comedores de caridad y… Penny vio algo que le fascinó: ¡todos los ricos que vivían enfrente estaban intentando ayudarles! así que todos se llevaban bien, todos se ayudaban; para Penny todo era perfecto, demasiado, ¿no? Penny no sabía si creérselo, hasta que uno de los niños empezó a reírse de ella, y así otra persona y otra y otra. Penny sentía que su cuerpo menguaba cada vez más, y los demás trataban de pisarla mientras ella corría por su vida, hasta que alguien la chafó.
Se despertó gritando en su endeble cama y descubrió que todo fue un sueño. Así es que todo volvió a la normalidad, y los pobres eran pobres y los ricos, ricos.
Y así Penny aprendió que la realidad no se cambia con deseos, sino con hechos.
Fin
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