Microrrelato colectivo (distopía):
¿Qué pasaría si nos mudáramos a Marte?
Carlos era un joven normal y corriente, le gustaba mucho la ciencia y el espacio, pero no era consciente de su gran próximo descubrimiento…
Un día, en el laboratorio de su universidad, trabajando con una muestra de la atmósfera del planeta Marte, se percató de que esa muestra contenía muchas partículas de oxígeno. Pensó: » Si la atmósfera de Marte tiene oxígeno, es sostenible, por tanto ¿por qué a nadie se le ha ocurrido irse de la Tierra?¿qué están cada día más contaminada?».
Se lo planteó a todo el que tubo al alcance: amigos, compañeros, profesores,…E incluso a su director, que se graduó en astronomía. Pero todos le dijeron lo mismo: que estaba loco y que eso era impensable, y del todo imposible.
Por culpa de la negatividad de los demás, la gente a preferido seguir viviendo en un planeta contaminado, a irse a vivir a otro planeta y empezar de cero una nueva vida. Pero, ¿ qué supondría para ti vivir en otro planeta? ¿Nunca has pensado el porqué contaminas tanto?
Microrrelato individual (María García):
La princesa creída:
Había una vez, una joven princesa que vivía prácticamente sola en su castillo. Al principio le gustaba ser princesa, ya que podía poseer todo lo que le viniera en gana, hacer todo tipo de cosas e incluso mandar sobre los criados de su castillo. La única persona que podría mandar sobre ella era su madre, pero cuando esta falleció y la princesa cumplió los 18 años de edad, su prepotencia superó los límites.
Hasta que un día no muy diferente a los demás, a la joven le entró el antojo de casarse, puesto que ya tenía 27 años, y empezó a enviar varias cartas a los países cercanos más ricos, para que sus reyes trajeran a sus hijos, para ver con cuál de ellos se casaría.
A la semana siguiente dichas cartas fueron correspondidas por la presencia en palacio de 4 apuestos y elegantes príncipes. Todos descubrieron sus gustos y secretos a la princesa, para que les conociera, uno incluso le trajo un ramo de orquídeas.
Pero, poco a poco, ninguno logró contentar a la princesa, y esta los echó de su palacio a patadas, como aquel que dice. No es de extrañar que se quedara sola hasta el fin de sus días, y que al no tener hijos nadie siguiera con su soberanía.
Moraleja: no creas que el poder te lo dará todo.
Micro relato individual (Adrián Bosch):
Yo iba caminando por la calle, cuando, de repente, la gente se me quedaba mirando. Yo no sabía que pasaba conmigo y seguía andando. Cuando llegué a mi casa y me miré en el espejo vi que me habían pegado un tiro. ¡Wow, soy un dios!
Micro relato individual (Raquel Gomera):
Erase una vez, bajo el mar, existió un tiburón malvado, que se creía el mejor de todo el océano. Siempre maltrataba a los demás y miraba a los otros peces por encima del «hombro». Pero un día un delfín muy valiente decidió hacer un duelo de cálculo mental, porque sabía que el tiburón no era listo, pero aún así, el tiburón aceptó.
Los dos calcularon muy bien, pero ganó el delfín, así que desterraron al tiburón y coronaron rey al astuto delfín.
Micro relato individual (Iván Navarro):
Cuando el gato despertó aún estaba en su cuna.